Durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía, se descubrieron los restos de un individuo de hace más de 10,000 años, denominado "Yotzin". Este hallazgo, realizado por un equipo multidisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) bajo la dirección del arqueólogo Rubén Manzanilla López, es significativo por ser el primer descubrimiento de restos humanos precerámicos en la Cuenca de México desde 1984. "Yotzin", un esqueleto casi completo hallado en posición flexionada con un cráneo alargado y dientes severamente desgastados, sugiere el uso de los dientes como herramientas. Los estudios preliminares indican que pertenecía a un cazador-recolector del final del Pleistoceno. Este descubrimiento, que incluye análisis de radiocarbono para confirmar su antigüedad, ofrece una oportunidad única para profundizar en el conocimiento de los primeros habitantes de la región y su modo de vida.
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